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  • Foto del escritorÁngela Fdez. de Diego

¿Quién fue Robert Capa?

Gerda Taro es considerada la primera fotoperiodista de guerra de la historia. Su nombre real era Gerta Pohorylle y su otro pseudónimo era Robert Capa, compartido en la primera época con su compañero André Ernö Friedman. Ese afamado personaje inventado fue una estrategia de ambos para conseguir ganarse la vida con su trabajo como fotógrafos. El estilo de las fotografías de Capa, disparadas por los dos, hace difícil distinguir quién estaba detrás de la cámara en cada momento.


Gerta Pohorylle nació en Stuttgart, en el seno de una familia judía de origen polaco. Siempre rebelde, simpatizó desde muy joven con el movimiento obrero socialista. Antes de la victoria del partido nazi toda la famila se mudó a Leipzig, hasta que se vieron obligados a diseminarse por Europa huyendo de la guerra y el antisemitismo. Gerta llegó a París con una amiga, donde trabajó de niñera, de camarera, de mecanógrafa y de secretaria en la agencia Alliance Photo. Fue allí donde descubrió su vocación y donde conoció al judío de origen húngaro André Ernö Friedman, la otra mitad de Robert Capa.


Crearon ese perfil conjunto para poder ganarse la vida en Francia con la fotografía. Se suponía que Capa era un fotógrafo estadounidense de enorme prestigio que vendía sus fotos a precios estratosféricos -comparados con el mercado parisino de fotografía- y trabajaba a través de representantes (Pohorylle y Friedman). El plan funcionó, los pseudónimos les hacían la vida un poco más fácil. Comenzaron a dedicarse profesionalmente a la fotografía siendo Robert Capa. Algunas teorías señalan que el nombre procede de la mezcla de Robert Taylor y Frank Capra, dos referentes para la pareja; y que Gerta Pohorylle pasó a ser Gerda Taro por ser más fácil de pronunciar y tener una sonoridad similar a la de Greta Garbo.


Llega 1936 y estalla la guerra en España. Ambos, políticamente muy comprometidos, deciden viajar del lado del bando republicano para inmortalizar la contienda. Recorren todos los frentes hasta la trágica muerte de Taro. Barcelona, Aragón, Madrid, Córdoba… Robert Capa comenzó a ser un referente gracias a sus reportajes fotográficos, publicados en prestigiosas revistas como Regards, Vu o Ce Soir.


Apenas un año después, en 1937, la pareja se rompía, se cree que por una propuesta de matrimonio rechazada por Gerda. Se separaron. Ella comenzó a firmar como Photo Taro en Illustrated London News, Life o Volks Illustrierte. El 15 de abril de 1937 publicó en Regards fotografías firmadas como Gerda Taro. Pero su carrera en solitario no duraría mucho. El 26 de julio de 1937, Gerda Taro sufría un grave accidente durante el repliegue de las tropas en la batalla que tan bien supo retratar, la de Brunete. Murió en El Escorial con tan solo 26 años.


Quien fuera conocida como “little red fox” por su juventud, su color de pelo y su habilidad para conseguir la mejor foto, dejó infinidad de buenas instantáneas, hoy disponibles para su visualización en el International Center of Photography de Nueva York.




En 2008 apareció la conocida como “maleta mexicana”, tres cajas con más de cuatro mil negativos de fotografías de la Guerra Civil Española realizadas por Robert Capa, Gerda Taro y David Seymour. Se acabó demostrando que muchas de las fotografías firmadas como Robert Capa eran de Gerda Taro. Así lo cuenta la película homónima, La maleta mexicana, de 2011, dirigida por Trisha Ziff. Es posible que aún hoy muchas de las fotos atribuidas al hombre sean en realidad de Taro, que se benefició del uso del pseudónimo en su época, aunque después ese nombre -muy probablemente inventado por ella, pues la mayoría de las investigaciones apuntan a Gerda como la creadora del personaje de Robert Capa- le hiciera perder toda autoría. En ese hecho influye también la continuación de la carrera de André Friedman como Robert Capa, quien vivió hasta 1954 y tuvo una producción en solitario mucho más extensa, siendo además, uno de los fundadores de la Agencia Magnum.


Las dudas sobre la autoría de las fotografías firmadas por Robert Capa en aquella época son inevitables. Incluso existen incógnitas sobre quién disparó la famosa e igualmente polémica Muerte de un miliciano. Gerda, tan presente como André en el campo de batalla o en las operaciones militares, retrató también las calles, los rostros, el sufrimiento de la gente, el padecimiento de la guerra para la población civil, combatientes, milicianos, batallas, trincheras… hombres, mujeres y niños. Captó la guerra e inmortalizó a sus obligados personajes. Estuvo cerca de intelectuales antifascistas como George Orwell o Ernest Hemingway. Murió, dicen, preocupada por el estado de sus cámaras. María Teresa León y Rafael Alberti fueron quienes se encargaron de enviar su cuerpo a Francia, donde fue recibida con honores. De la trágica muerte de Gerda Taro queda un demoledor titular de la revista Life: "La Guerra Civil Española mata a su primera fotógrafa".


La conocida como “la última fotografía de Gerda Taro” no es, sin embargo, ninguna hecha por ella. En 2018, de forma casual aparecía en redes sociales una fotografía en la que Taro, herida de muerte (o ya muerta), era atendida por un doctor húngaro de las Brigadas Internacionales. La publicación pertenecía a John Kiszely, exsoldado e historiador británico, que pretendía así homenajear a su padre, el médico de la fotografía, quien confirmaba en 1992 en una grabación hoy archivada en el Imperial War Museum de Londres que, efectivamente, a quien atendía en aquel momento era Gerda Taro. En el reverso de la fotografía una anotación reza que se trata de “la mujer de Capa”.




Imágenes: © Gerda Taro © International Center of Photography

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